Desde la Oficina de Promoción Social y Actividades Culturales (Oprosac) de Estudios Generales Letras, organizamos la Semana de la Diversidad Cultural: Migramos con nuestras raíces con el propósito de reflexionar colectivamente sobre las experiencias migratorias y su impacto en las identidades, expresiones culturales y dinámicas sociales de nuestra comunidad. Entre el 5 y el 9 de mayo, estudiantes, artistas e investigadoras e investigadores compartieron sus voces, memorias y resistencias desde una perspectiva que vincula lo personal con lo político.
Hablar de migración no es solo hablar de desplazamientos geográficos, sino también de vínculos familiares, sentires colectivos, luchas por el reconocimiento, tensiones culturales y disputas por el derecho a habitar y pertenecer. Desde Oprosac, proponemos pensar la migración como un fenómeno atravesado por el racismo estructural, la desigualdad territorial y la exclusión de comunidades históricamente marginadas como las andinas, amazónicas y afrodescendientes. A pesar de ciertos avances en la valorización de la diversidad cultural, persisten brechas que exigen una respuesta desde las políticas públicas, la ciudadanía activa y la producción cultural.
En ese marco, se realizaron diversas actividades que invitaron a la comunidad PUCP a reconectarse con sus raíces, visibilizar sus trayectorias y reconocer la potencia transformadora del arte y la memoria. El espacio de encuentro Hilos conectando raíces generó un encuentro íntimo y generacional para estudiantes migrantes, donde se tejieron historias de vida y procesos identitarios marcados por la migración. Esta iniciativa permitió afirmar las raíces culturales como parte fundamental del presente y la identidad de cada participante.
Asimismo, el conversatorio Migrantes creando: Migración, identidades y arte reunió a artistas y activistas como Lenin Tamayo, Gabriel Cárdenas, Qarla Quispe, Yolanda Pinares y Alejandra Concha, quienes compartieron cómo los procesos migratorios suyos o de sus familias han influido en sus trayectorias personales, prácticas creativas e investigaciones. A través de sus testimonios, se resaltó el poder del arte como herramienta para resistir, narrar y resignificar experiencias de desarraigo, discriminación y reapropiación cultural. Durante este evento, un mural testimonial, diseñado por el voluntariado Oprosac, en el Café Cultural sirvió como espacio de expresión abierta y reflexión colectiva, reafirmando el valor de la diversidad como un pilar de nuestra convivencia universitaria.
Migramos con nuestras raíces nos recordó que todas las identidades son construidas en movimiento. Reafirmamos nuestro compromiso con una comunidad universitaria que reconozca, valore y celebre la pluralidad de trayectorias que la conforman.